Boris Johnson desata ofensiva final para que su plan del Brexit pase en la Cámara de los Comunes
El objetivo del primer ministro es que el Parlamento discuta y vote en apenas tres días el texto de la norma y las posibles enmiendas, para que así pueda pasar el fin de semana a la Cámara de los Lores.
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El gobierno británico, que ayer no pudo presentar al Parlamento su acuerdo del Brexit, afronta hoy una nueva oportunidad para sellar este proceso el 31 de octubre, para lo que va a introducir de manera urgente el proyecto de ley que incorpora ese pacto y regula los términos de salida de la Unión Europea.
El objetivo del primer ministro Boris Johnson es que la Cámara de los Comunes discuta y vote en apenas tres días el texto de la norma y las posibles enmiendas, para que así pueda pasar el fin de semana a la Cámara de los Lores. Luego, volverá la semana que viene a los Comunes, y si la ratifican, podrá recibir el visto bueno de la Reina Isabel II a tiempo para que Johnson pueda cumplir su promesa de ejecutar el Brexit al final de este mes.
La prisa de Downing Street se deben a que, si la ley no está aprobada rápidamente, el Parlamento le forzará a negociar una nueva prórroga de la fecha de ruptura con la Unión Europea.
Pese a que su grupo conservador está en minoría en los Comunes, Johnson espera sacar adelante la ley. Para ello, espera el respaldo de los 20 diputados que fueron expulsados recientemente del Partido Conservador y de una decena de laboristas pro-Brexit. Enfrente estarán muchos laboristas, los liberal-demócratas, los nacionalistas escoceses y galeses, y el Partido Unionista Irlandés (DUP).
Una enmienda peligrosa
El peligro para el primer ministro, más que en la votación inicial de la ley (que podría producirse hoy mismo), puede llegar en las jornadas posteriores de tramitación.
Se espera la introducción de diversas enmiendas y maniobras para prolongar los procedimientos. La moción que puede tener más opciones de éxito es la que propone que el Reino Unido siga en la unión aduanera tras el Brexit, como fórmula para mantener un flujo libre de mercancías entre las dos partes.
Esta idea, defendida por muchos laboristas, podría ser respaldada incluso por algunos de los que hoy voten a favor de la Ley.
Pero esto modificaría radicalmente el plan negociado por Johnson con la UE, que contempla una ruptura más radical con la unión aduanera y el mercado común, tras un periodo transitorio hasta diciembre de 2020.
Por tanto, si esa enmienda prosperara, Johnson seguramente se vería forzado a retirar la Ley, aceptar un retraso del Brexit y quizá ir a unas elecciones generales anticipadas en las que defender su plan del Brexit.
Otra enmienda que Johnson desaprueba es la que le pide la celebración de otro referéndum.
Si la ley fracasa o su avance se entrampa, la UE tendrá que analizar la carta enviada por Johnson el pasado sábado (por instrucción del Parlamento), en la que se solicita una extensión del Brexit hasta, al menos, el 31 de enero de 2020.
La urgente tramitación llega después de otra polémica sesión ayer en la Cámara de los Comunes. El presidente de esta institución, John Bercow, se negó ayer a que los diputados se pronunciaran sobre el acuerdo de salida negociado por Johnson en/*9+ Bruselas la semana pasada, al entender que la cuestión ya se resolvió el sábado. En esa fecha, una mayoría de los parlamentarios optó por aplazar la decisión del pacto hasta que se tramitara la legislación que incorpora ese pacto.
Los últimos capítulos en la batalla del Brexit no alteraron a los inversionistas, con la libra manteniéndose relativamente estable.
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